

Adidas Ultraboost 21 o como pasar de la ilusión a la desilusión en unos minutos.
¿En qué estaba pensando Adidas cuando las diseñó? Más de 150 km con ellas y sigo haciéndome esta pregunta.
Sigue leyendo y te cuento por qué es la primera zapatilla que casi suspendo.
Dime unas zapatillas de running que queden bien con unos vaqueros y una camiseta. Unas las New Balance y otras que segurísimo se te han pasado por la cabeza son las Ultraboost ¿a que sí?
Cuando Adidas pagó a Kanye West para que saliera al escenario con un par de ellas en blanco no se imaginaba el éxito de venta que iban a tener. Sin quererlo (o sí) Adidas había convertido a las Ultraboost en unas zapatillas de moda.
A lo largo de estos últimos años las Ultraboost han hecho colaboraciones con todo tipo marcas, personas y empresas: La NASA, Disney, Star Wars, Juego de Tronos, Lego… Mediasuelas y uppers con divertidos motivos, estampados y colores demuestra que Adidas siempre ha considerado a la Ultraboost una zapatilla informal de moda.
Pero este nuevo modelo huye de todo esto y aquí me hago la primera pregunta ¿Con este cambio de diseño tan radical quieren seguir con este producto de moda o volver a sus orígenes como zapatilla de running?
La Ultraboost es la zapatilla más popular de Adidas. Siempre se ha considerado una zapatilla muy cómoda, suave y blandita. Andar todo el día con ella es un placer para tus pies y es por eso que gusta tanto. Este nuevo modelo no es así, olvídate de esa sensación blandita porque no la vas a encontrar.
Y eso me hace plantearme la segunda pregunta, ¿Qué quiere conseguir Adidas prescindiendo a las Ultraboost de su principal virtud? ¿Volver a ser una zapatilla de running?
Cuando vi las primeras imágenes, al instante me enamoré de ellas, ya dije que las Ultraboost 20 no me gustaban nada pero estas me alucinó su rediseño, con ese súper talón tan radical que me hacía mucha gracia. Cuantos más videos e imágenes veía más ganas tenía de probarlas, me parecía que iba a ser un zapatillón.
¡Y por fin llegó el día! ¡Qué ilusión y emoción! Las saco de la caja y me parecen todavía más preciosas que en las fotos, hasta los colores me gustan y eso que no soy de zapatillas blancas.
Primera sensación, pesan, pero pesan mucho, incluso miro dentro de ellas por si hay algún plástico de esos con la forma de la horma para que no se deformen, pero no.
Me las pruebo y ando por el pasillo. Mis sensaciones de entusiasmo y emoción se vienen abajo, no me dicen nada, absolutamente nada, mala señal.
Salgo a la calle y hago una primera tirada de 20k, las sensaciones son aún peores, las siento duras, rígidas e incómodas. Rápidamente te das cuenta que ese mazacote de Boost en el talón es un problema lo mires por donde lo mires.
Es una zapatilla que te obliga a entrar de talón y por la forma que tiene el collar el tobillo va ligeramente adelantado y eso provoca un aterrizaje incómodo. Intento pisar con el mediopie para ver si ahí está el truco pero es aún peor porque la zapatilla al tener tanto peso en el talón te desestabiliza, ¡sí queridos runners, también es inestable! ¡Lo tiene todo!
Al acabar el entreno tengo los tobillos molidos, además de una buena rozadura en el talón izquierdo. Mi sensación es de haber corrido con pesas en los tobillos. Decepción total es mi primera impresión.
- Su diseño
- Su nueva suela
- Elevado precio
- Pesadas e incómodas
- Rígidas y firmes
- El collar del talón es un horror
Adidas dice que sólo ha incrementado un 6% de Boost en su mediasuela pero la verdad es que parece que le han añadido un 25%. Si es verdad o no, lo que está claro es que ese 6% es un error. Si lo que querían conseguir es una zapatilla más blanda no lo han conseguido, más bien todo lo contrario.
Al añadirle más Boost la han perjudicado notablemente y han tenido que añadirle una placa de plástico para estabilizar restándole ese efecto blandito y además añadiendo más peso ¿Qué sentido tiene? ¿En qué estaban pensando?
Ya que han rediseñado la zapatilla desde cero, creo que una posible solución hubiera sido añadir la nueva espuma Lightstrike o Lightstrike Pro. Está claro que el Boost se está quedando obsoleto, es una espuma pesada y no tiene tanto retorno de energía como las nuevas espumas y la muestra más clara la tenemos en estas Ultraboost 21.
En el drop no encontramos cambio y se ha mantenido a los 10mm, aunque a simple vista parecen que tienen 15mm.
En esta nueva mediasuela el Boost se siente mucho más firme que en versiones anteriores, demasiado firme. No busques ese hundimiento tan cómodo en cada paso que le dio la fama a versiones anteriores.
Adidas afirma que ha hecho el Boost más firme para tener un 20% más de respuesta.
Acabo de mirarlo y exactamente llevo 158 kilómetros con ellas, bueno pues a día de hoy sigo buscando ese 20% más de respuesta que afirman.
Y aquí tengo que volver a mencionar la placa de plástico. Adidas la llama SISTEMA LEP, que significa Linear Energy Push (empuje de energía lineal), se encuentra bajo el mediopié y se extiende tanto en el antepié como en el retropié.
Y, ¿para qué sirve?
Para proporcionar estabilidad y estructura en el mediopié haciendo que la zapatilla sea más rígida y generar más propulsión.
Pero es que la Ultraboost 21 no necesita esa propulsión ya que no es una zapatilla para correr rápido, es para rodar kilómetros y kilómetros con comodidad y suavidad.
Entonces, ¿que han conseguido al añadirle el sistema LEP?
Pues una zapatilla rígida, incómoda y torpe. Nuevamente han metido la pata hasta el fondo.
La nueva suela me gusta mucho. La cortaría y la pondría en un marco, de verdad, me parece preciosa. Su forma y combinación de cauchos de colores me encanta.
Sobre su comportamiento admito que en la primera tirada no me gustó pero a medida que han pasado los kilómetros me ha ido gustando. Creo que funciona mejor por tierra, tiene un agarre y tracción buenos para una zapatilla del día a día.
Su durabilidad es excelente ya que como he puesto anteriormente ya han pasado los 150 kilómetros y no hay desgaste ni en el talón. Con la suela han acertado ¡menos mal!
Muchas cosas de estas nuevas Ultraboost 21 me recuerdan a su competidor Nike. Una de ellas es su upper en forma de botín que personalmente cada vez me gusta menos por los problemas de talón que siempre provocan. Otro nuevo error de diseño que espero no integren en más modelos.
Mirar como Nike solucionó el problema de la primera versión de las React Infinity Run eliminando la construcción de botín y la zapatilla mejoró diez veces en su segunda versión.
Uno de los grandes problemas de estas Ultraboost es el talón, suelto y con gran peso, dos cualidades que no conectan bien entre sí. Pensaba que era el único que había tenido problemas con su talón ya que me resultó muy incómodo y me acabó haciendo una buena rozadura. Subí un story a mi instagram y para mi sorpresa fueron muchos los comentarios de seguidores con el mismo problema. El collar apenas va forrado, tiene una forma que impulsa el tobillo hacia delante además de apretar en exceso, en dos palabras es: muy incómodo.
El Primeknit+ al tacto es suave, liso y cómodo, pero algo grueso para mi gusto y su transpirabilidad no es muy buena ya que estos últimos días que la temperatura ha aumentado he notado mis pies sobrecalentados. No me llega a convencer del todo.
Aunque es una zapatilla ancha, su ajuste es estrecho. De puntera redondeada, apta para pies anchos, he leído más de un comentario que a muchos corredores les resultan incómodas en la puntera y mediopie. Y es que la puntera va reforzada internamente de un plástico fino que, en ciertos momentos, te puede llegar a molestar en la punta de los dedos. Otro fallo más a añadir a la lista.
He tardado en hacer esta review porque quería estar seguro y darles una segunda oportunidad. Pero después de más de 150 kilómetros de entrenos lo tengo claro y es que lo que ha hecho Adidas con estas Ultraboost no hay por dónde cogerlo, fallan en todo.
No sé si es que el diseño se lo han encargado al becario o era una apuesta entre los ingenieros del tipo «Paco, ¿A que no hay huev@$? Sujétame el cubata».
Sigo sin entender el aumento y distribución del Boost, supongo que con la intención de crear una zapatilla más amortiguada y blandita y claro como vieron que no funcionaba pues le añadieron la placa de estabilización para contrarrestar ¡Hasta luego Mari Carmen!
La gracia que siempre han tenido las Ultraboost es que son blanditas y comodísimas para llevarlas con unos vaqueros durante todo el día y para correr pues funcionaban en nuestros entrenos relajados a ritmos suaves. No les pidas más porque Ultraboost significaba eso y todos los runners es algo que sabemos.
Ahora llegan estas Ultraboost 21 que no tienen nada de Ultraboost. En primer lugar no sirven para correr cómodamente: son rígidas, con un peso elevado, desplazamiento del talón… no pases de 15k con ellas porque ya te digo que acabarás hasta las narices.
Y en segundo lugar este nuevo diseño pues, de momento, no lo veo para vestir, primero porque no son cómodas para llevarlas todo el día y segundo porque las veo demasiado «running style» (al menos en su color blanco/amarillo fosforito que son las que tengo yo). Habrá que ver si con los nuevos colores que han sacado este mes de Mayo visten más y no se ven tan de running.
La respuesta es un NO rotundo.
Es la primera zapatilla que iba a suspender y si no la he suspendido es por su diseño y suela que es lo único que me ha encantado. El motivo de suspenderla es su elevado precio, si pago 180 eurazos exijo una zapatilla de gama alta y esta Ultraboost no lo es, lo pueden ser sus materiales pero no sus prestaciones que son lamentables.
Si quieres una zapatilla para correr, por 180 euros tienes zapatillones, hasta con fibra de carbono como las Hoka.
Y si las quieres para vestir yo me compraba versiones anteriores de Ultraboost que son muchísimo más baratas, cómodas y con mucho más estilo gracias a la cantidad de diseños que hay en el mercado.
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- Su diseño
- Su nueva suela
- Elevado precio
- Pesadas e incómodas
- Rígidas y firmes
- El collar del talón es un horror
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